domingo, 15 de enero de 2006

Se acabó el fin de semana. Sigo enamorado de mi trabajo (Paula, con tu permiso).

Lo he dedicado casi todo a organizar el intento de proyecto de trabajo para conocimiento del medio en este trimestre. Está siendo toda una aventura de esfuerzo y descubrimiento. Me preguntó por qué apenas conocía estas formas de trabajar.

Es aventura en todos los sentidos: exige gran planificación, aprender muchas cosas nuevas (acabo de enviar un correo consultando acerca de la naturaleza de la luz...), una comunicación y colaboración eficaz con los padres, etc. Ahora sólo queda que todo ello se plasme en un proceso de aprendizaje de los alumnos como tengo previsto: motivación, interés, aprendizaje activo, ...

Esta es la foto actual: conocimiento del medio: comenzando el proyecto; lengua: interés centrado en el fomento de la lectura; educación física: esfuerzos por seguir una programación lo más planificada posible (es difícil cuando hay tantas cosas en marcha), valga la redundancia; matemáticas: seguimos el libro con normalidad.

Por otra parte, el curso que todo funcionario en prácticas debe hacer está ya llegando a su ecuador. Espero que los conocimientos informáticos adquiridos se puedan plasmar pronto en una página donde haya espacio para la escuela, las reflexiones personales, un foro, las fotos robadas a la vida, ...

Ahora en la cabeza rondan dos cosas: la biblioteca, la mesa de ping-pong.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ya has visto Ser y tener? A mí me parece una película muy sugerente. Me plantea muchas preguntas.

El jueves, en Artes y Letras, el suplemento literario de Heraldo de Aragón que dirige Antón Castro, se publicará un breve comentario (3100 caracteres) que escribí hace unos días sobre Pirinero de boj.

Saludos,

víctor

Anónimo dijo...

Hola Víctor.

Finalmente no pude ver Ser y Tener. Llevo unos días ajetreados. Espero poder hacerlo esta semana.

Leeré el artículo el jueves. Lo que realmente me emociona del libro es una especie forma de ver la vida, de sentir, ... no sé muy bien cómo definirlo, que creo haber apreciado en su lectura, y que también he percibido este año en distintos contactos con el Pirineo (gente, otros libros, ...).

Saludos.
José Luis Capilla Lasheras.

Publicar un comentario